El aire se tiño de rojo la tarde en que ella llegó a la ciudad, si las miradas fueran cuchillos la chica hubiera sido apuñalada por lo menos unas cien veces en cuanto entró al café "Back & Out", no era fácil regresar a la ciudad que alguna vez fue su hogar, había gente de antes y gente nueva y sin embargo a pesar de las gélidas miradas, todo e mundo pretendía no saber quién era la esta chica. Esta chica de imponente figura, largas piernas y piel marmórea, cabello rubio hasta la cintura, y ataviada con un sencillo pero imponente abrigo de mink. Ella se quit{o con cuidado las gafas obscuras y con una mirada asesina escudriñó cada rincón de la cafetería,

Un escalofrío recorrió instantáneamente el lugar, el aire se tronó denso y los bellos de los brazos se erizaron, algo en el ambiente anunciaba muerte, quizá sería una broma cruel del destino, o quizá sólo fuera justicia divina, algo es seguro Katherina Petrovich había regreso para quedarse.

CONTINUARÁ


DIEGO F.